Decir que el 2020 fue un año de crisis y nuevos desafíos no es novedad, y así como muchos, en Athenea, fuimos impulsados gracias a la RESILENCIA que ha funcionado como un motor para nuevos proyectos y actividades en nuestra escuela.
Nuestras aulas se llenaron de nuevos materiales y tecnología que nos permitió llegar a las casa de los alumnos, y brindar nuestras clases de música online de forma tan eficiente como cuando la modalidad era presencial. Los alumnos disponían de más tiempo para avanzar en sus lecciones y repertorio y los papas estaban más presente en sus casas para poder acompañar en sus prácticas.
Y aquí se nos brinda una nueva posibilidad, y es que ya no necesitas ser vecino de la escuela para aprender a tocar un instrumento, o cantar……actualmente contamos con alumnos de otros barrios, provincias y hasta alumnos de países vecinos como Uruguay y Paraguay.
Muchas veces nos consultan, como voy a exponer a mi hijo/a pequeño más tiempo a una pantalla? Y aquí la respuesta es sencilla, el vínculo de trabajo es un triángulo (alumno, padre, profesor) y la clase virtual es solo una parte del aprendizaje. El mismo se va completando gracias al vínculo que se da junto a alumno/padre y el tiempo de práctica que puedan realizar juntos.
Por eso es muy importante la participación de alguno de los padres durante las clases online, para poder guiar la práctica luego y porque no hay estímulo más gratificante que el aliento de mamá y/o papá como motivador de cualquier actividad o aprendizaje!
El 2021 nos encuentra nuevamente con desafíos por delante, actualmente estamos brindando clases online, presenciales en forma individual y en algunos casos en forma mixta (presencial-online). Priorizamos los cuidados de nuestros alumnos y sus familias sin bajar la calidad de enseñanza y estamos convencidos que algunas modalidades llegaron para quedarse pero que también pronto podremos volver a disfrutar del hacer musical en forma presencial.